Grupo Servicios Sociales Integrados S. Coop. es una cooperativa que cuenta con más de 35 años de trayectoria. Esta entidad integra empresas de iniciativa social y de utilidad pública y tiene por objetivo dar respuesta de forma integral e innovadora a las necesidades sociales de personas en situación de vulnerabilidad social y dependencia en Euskadi.
Para conocer más de cerca la historia y naturaleza de esta entidad hemos hablado con Karmele Acedo, CEO DE Grupo SSI, quien ha tenido la amabilidad de concedernos esta entrevista.
¿Cómo nace Grupo SSI y cuál es su andadura hasta la fecha?
Servicios sociales Integrados nace, al igual que otras entidades del Tercer Sector Social de Euskadi, en el trascurso de los años 80, en un momento concreto en el que se están empezando a montar, construir y organizar los Servicios Sociales.
Grupo SSI, concretamente, se especializa en los servicios relacionados con la ayuda a domicilio. Unos servicios que ya se estaban dando, pero de manera poco estructurada. En la práctica mayoría de las ocasiones, las trabajadoras estaban realizando su servicio con las personas usuarias de manera directa. En ocasiones, pagadas directamente por estas personas, otras veces, pagadas por la administración de turno.
Ante esta situación, que no solo se produce en Euskadi sino también en otros municipios de España, las administraciones forales y las municipales deciden intervenir e impulsar la creación de organizaciones, que desde un modelo de autogestión, pudiesen prestar este servicio social.
De esta manera nace Servicios Sociales Integrados. En Bizkaia es la Diputación Foral la que se pone en contacto con Cáritas y desde la entidad se impulsa un plan de viabilidad para ver la idoneidad de convertir estos servicios como una actividad propia. Se busca a una gestora que resulta ser María Luisa Mendizabal, la anterior gerente quien reúne a 35 mujeres de las más de 200 que trabajaban en Bilbao y se embarca en la aventura de crear una cooperativa dirigida a ofrecer servicios de ayuda a domicilio. En dos años se pasa de 35 a 250 trabajadoras y en tres años a más de 500 personas.
Los diez primeros años sirven para dar forma a la cooperativa, constituir órganos, organizarse. Son años de mucha pelea y en los que hubo que dotarse de muchas herramientas de crecimiento profesional y de crecimiento personal. Son años de dar forma a un proyecto cooperativo, muy embrionario, en el que hay personas usuarias, por un lado, hay un importante presupuesto municipal y hay personas socias-trabajadoras, pero todo lo demás está por construir. Son años de decisiones, de búsqueda de locales, etc.
Sin embargo, cuando llevamos 17 años gestionando el SAD de Bilbao y prestando servicios, el Ayuntamiento de Bilbao decide sacar el concurso de este servicio social, zonificado en lotes, al igual que ocurría ya en ciudades como Madrid o Barcelona; tras estos años de gestión ininterrumpida del SAD de Bilbao, perdemos la mitad de dicho contrato municipal.
Esto supone un punto de inflexión y nos volvemos a quedar de un día para otro con 250 personas, la mitad de las socias-trabajadoras que formaban parte de la entidad hasta ese momento.
Por su parte, hace 20 años hicimos una apuesta por desarrollar el ámbito de la innovación. En un principio, una innovación pequeña, muy ligada a las convocatorias de la BBK. Con el tiempo y gracias a un trabajo de consultoría vimos que se podía crear una línea propia de innovación dentro de la entidad. Esto supuso un hito para nosotras, creamos un área de innovación y le dimos forma y estructura propia, Home Care Lab S.Coop. Gracias a este trabajo conseguimos entrar dentro de la red vasca de ciencia, tecnología e innovación.
Esto ha significado un antes y un después para la innovación en Grupo SSI que desde ahí ha participado en proyectos de más envergadura, como proyectos europeos, proyectos locales, pero con un partenariado muy diferente como las empresas y los centros tecnológicos. Esto también nos ha permitido rediseñar nuestros servicios desde otra perspectiva.
En el ámbito de la formación llevamos muchos años ofreciendo una formación especializada y de calidad y somos un centro homologado por Lanbide.
Así mismo, desarrollamos un importante trabajo en el ámbito de la exclusión social llevando el Servicio Municipal de Urgencias de Bilbao y también el Foral.
Hace cinco años nos marcamos otro hito y comenzamos a trabajar en Gipuzkoa, con todo lo que esto conlleva en el sentido de tener que montar y organizar una estructura desde cero.
El año pasado, desgraciadamente, perdimos una de las dos zonas que manteníamos en Bilbao, lo que supuso un revés para la organización y las personas que en ella trabajamos. Pero somos conscientes que con esto hay que convivir. Hasta hace unos pocos años se competía entre las entidades del sector. Ahora, muchas empresas de otros sectores que no veían oportunidad empresarial en la intervención social ven posibilidades de negocio en los diferentes servicios y se postulan como nuevos competidores.
Desde esta perspectiva, nosotras hemos hecho una apuesta por prestar unos servicios en los que prime la calidad y la innovación.
¿Y en la actualidad cuáles son vuestros principales retos?
En la actualidad seguimos con estas cuatro líneas principales de intervención.
Una intervención social centrada en personas mayores dependientes y personas en situación de alta exclusión. Nuestra apuesta por la formación también está ahí prestando especial atención a los ámbitos de la capacitación y el diseño de formaciones. La tercera línea de actuación, tal y como he comentado anteriormente es el de la I+D+I.
La cuarta línea de trabajo comenzó a desarrollarse hace cinco años y tiene que ver con el emprendimiento. En concreto, con la “silver economy” y que se refiere a todas aquellas actividades de tipo económico, de productos o de servicios destinados a satisfacer las demandas de las personas mayores.
En este sentido, desde Grupo SSI ofrecemos asesoramiento para que aquellas personas que quieran emprender puedan entender cómo está articulado el mercado, cuáles son sus puertas de entrada y que tipo de productos y servicios se están demandando.
¿Cómo vivisteis los momentos más duros de la pandemia?
Durante la pandemia el equipo de Grupo SSI tuvo un comportamiento ejemplar. Es curioso, porque a lo largo del 2020 en el equipo prácticamente no hubo contagios. De hecho, hubo más contagios durante el año 2021.
En Bilbao, al igual que en otros consistorios, en los meses más duros de la pandemia, las instituciones contaron con la colaboración total del Tercer Sector. Durante la pandemia las entidades, además de seguir prestando sus servicios, hemos asumido otros retos que exigía la situación que estábamos atravesando. Creo que se ha visibilizado el compromiso del Tercer Sector.
Por su parte, las personas usuarias, sobre todo al principio, lo vivieron con bastante miedo. Muchas personas tenían miedo de salir de casa y han experimentado importantes retrocesos funcionales y cognitivos. Ha habido mucho miedo, pero también es cierto que ha habido otros y otras usuarias que según han podido salir no se lo han pensado dos veces. Así que el asunto ha estado bastante polarizado.
¿Qué perspectivas valoráis en el corto-medio plazo?
En cuanto a nuestras perspectivas en el corto-medio plazo nuestra idea es seguir en lo que estamos. Hemos hecho una reflexión estratégica y las conclusiones es que consideramos que estamos correctamente enfocadas y seguiremos apostando por la innovación y los servicios de calidad.
En cuanto a la perspectiva de crecimiento, es cierto que las cosas cada vez son más complicadas y tal como hemos mencionado anteriormente hay empresas de otros sectores que empiezan a ver una posibilidad de negocio en este ámbito. Para nosotras esto es una clara amenaza.
¿Qué supone para Grupo SSI la participación en Gizardatz?
Gizardatz tiene un papel muy importante en la consolidación y la defensa del sector.
La entrada de empresas no pertenecientes al Tercer Sector en el ámbito de la intervención social, que por lo general centran su estrategia en las economías de escala, suponen ya una clara amenaza para un sector que deposita su estrategia en la profesionalidad, calidad del servicio y en la excelencia en la atención.
Como sector, creo que no estamos todavía en una posición de debilidad, pero deberíamos seguir dando pasos para robustecer nuestras propuestas organizativas a través de colaboraciones efectivas.