AGIFES (Asociación Guipuzcoana de Familiares y Personas con Problemas de Salud Mental) lleva 37 años contribuyendo activamente a la mejora de la salud mental de la sociedad guipuzcoana. Muchos años tejiendo redes, colaboraciones y oportunidades que han posibilitado que las personas con problemas de salud mental de Guipúzcoa y sus familias cuenten con un importante apoyo desde el que construir una vida más plena y digna.
Ruth Encinas, gerente de la asociación, nos recibe en la sede de AGIFES en Donostia y nos acerca al pasado, presente y futuro de la entidad.
¿Cuándo y bajo qué circunstancias nace AGIFES?
AGIFES (Asociación Guipuzcoana de Familiares y Personas con Problemas de Salud Mental) es una entidad sin ánimo de lucro que tiene como objetivo la normalización e integración en la comunidad de las personas con problemas de salud mental, reivindicar unos servicios de calidad y favorecer la calidad de vida de estas personas y sus familias.
La entidad como tal, nace en 1985 en un momento en el que se reforma la ley de los psiquiátricos. Es un punto de inflexión a nivel estatal, a partir del cual se empiezan a formar agrupaciones de familiares de personas con trastorno mental severo con la necesidad de conseguir recursos y luchar por los derechos de las personas afectadas y sus familias.
En este sentido, AGIFES que comienza su andadura con un carácter meramente reveindicativo, experimenta una evolución y crecimiento hacia la gestión de recursos de la cartera de servicios de la DFG (Diputación Foral de Gipuzkoa).
Actualmente, somos un equipo de casi 60 profesionales, en su gran mayoría educadoras sociales que se complementa con un equipo de psicólogos/as sanitarias y con el equipo que se encarga de los servicios centrales formado por 5 personas.
La mayor parte de nuestra financiación, entre un 78% y un 82%, proviene del convenio que tenemos pactado con la Diputación Foral de Gipuzkoa. El resto de la financiación de AGIFES son subvenciones con el Gobierno Vasco, diferentes ayuntamientos y financiación privada.
¿Cuáles son los principales servicios de la entidad y a quiénes van dirigidos?
A día de hoy, AGIFES gestiona y ofrece diferentes recursos y servicios centrados, principalmente, en cuatro pilares:
En primer lugar, ofrecemos recursos residenciales para personas con trastornos mentales severos. Actualmente contamos con 53 plazas residenciales en toda Gipuzkoa, hablamos de viviendas tuteladas con diferente grado de supervisión. Además, este año abrimos otros tres pisos, que sumarían 15 plazas residenciales más.
En segundo lugar, desarrollamos una serie de actividades diurnas y servicios para personas con problemas de salud mental que buscan la recuperación y rehabilitación de las personas afectadas para que puedan avanzar hacia una vida independiente, digna y de calidad. En este sentido, gestionamos 84 plazas en tres centros de rehabilitación psicosocial y también desarrollamos diferentes programas de ocio y tiempo libre que cuentan con 50 plazas y otro programa de apoyo psicosocial comunitario con otras 50 plazas aproximadamente. Apoyo psicológico individualizado, grupos de apoyo, apoyo mutuo, etc.
El tercer pilar se centra en los servicios de apoyo a los familiares. Aquí encontramos diferentes programas y proyectos: acogida y orientación, apoyo psicológico individual, talleres formativos, grupos de apoyo, asesoramiento jurídico, etc. a familiares y personas usuarias. En este área es también importante mencionar los programas de Sensibilización y vida asociativa que contribuyen a desestigmatizar los tabús sobre los problemas de salud mental y a naturalizarlos. Se desarrollan diferentes actividades como campañas de sensibilización (guardianxs de la salud mental) que tienen un carácter bianual y en torno a las que giran diferentes acciones como charlas, talleres, En AGIFES somos unas 1025 personas socias y unas 20 voluntarias que colaboran en estas actividades,
En cuarto lugar y de un tiempo a esta parte venimos prestando especial atención a todo el trabajo que tiene que ver con personas jóvenes. Hablamos de una serie de programas de atención, prevención y sensibilización dirigidos a jóvenes. Aquí se enmarca el programa Zeuk Aukeratu que comenzó en el año 2019 y es un programa orientado a prevenir y sensibilizar en problemas de salud mental a niños/as y adolescentes de entre 10 y 18 años. Durante los meses duros de la pandemia este programa estuvo parado, pero lo retomamos de nuevo en el 2020 y en este curso (2021-2022) hemos realizado 50 sesiones de sensibilización en diferentes centros educativos.
Además, en noviembre del año 2021 comenzamos a formar un grupo de intervención con 8 jóvenes adultos que tienen diagnosticado un trastorno mental severo en diferente grado. La idea es intentar paliar el choque que viven estos y estas jóvenes cuando pasan de estar atendidos en los equipos de psiquiatría infantil a psiquiatría de adultos. Los problemas de salud mental en esta franja de edad son mucho más impactantes y difíciles de asumir por lo que necesitan una atención y un apoyo adecuados a este cambio. La intervención consiste en sesiones grupales con una psicóloga de manera semanal y con sus familiares cada quince días. Además, cuentan con el apoyo individualizado de una educadora. Es un programa que está funcionando muy bien y por eso hemos empezado a trabajar con un segundo grupo, ahora hay que conseguir financiación para darle continuidad.
Por su parte, tenemos un proyecto muy bonito, un centro especial de empleo llamado Karabeleko, una finca agroecológica dirigida a la inserción laboral de nuestro colectivo. El equipo de la finca agroecológica se divide, actualmente, en tres grupos de trabajo: el de rehabilitación, el ocupacional/prelaboral y el laboral. El objetivo de este programa es el de mejorar la calidad de vida y garantizar la dignidad del colectivo.
¿Qué aprendizajes sacáis de la pandemia?
El colectivo de personas con las que trabajamos nos dio una lección de resiliencia en los meses más duros de confinamiento. Primero, porque ha habido muy pocos contagios entre nuestro colectivo y a día de hoy todavía no sabemos con exactitud la razón, quizás tuvo que ver el aislamiento social o el modo de vida de estas personas pero la realidad es que fue bastante llevadero el tiempo de confinamiento. Muchas veces hemos hecho esta reflexión.
Al principio pensábamos que íbamos a tener muchos más ingresos y recaídas, debido a lo difícil de la situación, pero no fue así. Durante los meses duros del confinamiento los centros estuvieron cerrados, sin embargo, las viviendas se mantuvieron en funcionamiento y con refuerzo, manteniendo el contacto con las personas usuarias de manera virtual.
Cuando hemos ido volviendo a la “normalidad” hemos constatado un repunte en el programa de acogida, de gente nueva que se acerca a la asociación. Nuestra percepción es que el número de personas afectadas por trastornos mentales no tan severos está creciendo, sobre todo como al año de comenzar la pandemia y esto se mantiene en parte, hoy en día. Hay mucha gente con depresión y trastornos similares. Otra cosa que observamos es que cada vez más gente joven se acerca a la asociación. La pandemia y la postpandemia les ha afectado mucho.
La realidad es que cada vez hay más jóvenes a edades más tempranas que presentan situaciones problemáticas de salud mental de mucho riesgo, con ideas suicidas, autolesiones, con un bulling muy agresivo…. Desde AGIFES estamos alertando sobre esta tendencia e interpelamos a los departamentos de sanidad y educación del Gobierno Vasco para que se hagan eco de esta problemática y que entre todas las partes podamos buscar cauces de colaboración para dar soluciones a estos/as jóvenes y sus familias.
Y en el corto-medio plazo ¿cuáles van a ser vuestras principales líneas de trabajo?
En el corto plazo, se nos presenta el reto de poner en marcha 15 plazas en tres pisos tutelados.
Como innovación en cuanto a programas y servicios lo más representativo que tenemos entre manos es el programa Zeuk Aukeratu que está destinado exclusivamente a jóvenes. Es un programa que se va a ir fortaleciendo durante los próximos tiempos. Los y las jóvenes no se identifican en muchas ocasiones con las personas usuarias que tienen una media de edad de 45 años y presentan procesos muy cronificados. Tenemos que hacer algo más comunitario, cosas diferentes y ese es un poco nuestro objetivo. Por ahí queremos desarrollar nuestra intervención durante los próximos años.
La innovación es un valor que tenemos muy interiorizado y somos un equipo de coordinación y de dirección muy atento a lo que nos demanda el colectivo y la sociedad.
Así mismo, en la parte de gestión ya hemos puesto en marcha el plan de calidad y de igualdad y en estos momentos estamos con el diagnóstico y el plan de euskera.
A grandes rasgos, esas serían nuestras líneas de trabajo: seguir poniendo el foco en los jóvenes, seguir mejorando nuestros recursos en cuanto a calidad de servicio, ampliar las plazas residenciales y en la parte de gestión mostrar transparencia e ir incorporando las realidades de igualdad, euskera y calidad.
¿Cómo valoráis vuestra pertenencia a Hedatzen?
Para AGIFES pertenecer a Hedatzen supone una decisión estratégica, de hecho, ostentamos la presidencia de la entidad. Hemos aprendido mucho en este tiempo sobre todo en el terreno de la negociación y de encontrar sinergias que nos ayuden a evolucionar como sector.
Pertenecer a Hedatzen nos ha enseñado mucho y nos ha aportado seguridad y unidad en muchos aspectos que tienen que ver con los procesos de negociación colectiva y de contratación de servicios.
Ahora la reflexión está en lo adecuado o no de trabajar hacia un convenio a nivel autonómico que asegurará la obligación de cumplimiento para todas las entidades que quieran optar a los diferentes servicios de cartera de las diferentes administraciones públicas.