En esta ocasión nos hemos acercado a la oficinas de IRSE EBI donde hemos conocido de la mano de su director gerente, Juan Luis Fuentes, la historia, actualidad y futuro de la entidad.
¿Podríais contarnos cómo se fundó IRSE EBI, su recorrido a lo largo de estos años y sus principales líneas de trabajo?
Por el año 1987, una serie de personas profesionales de diferentes disciplinas de lo social, jurídico psicológico y educativo, pusieron en marcha una asociación denominada Instituto de Reintegración Social de Bizkaia, al mismo tiempo que se crearon idénticas entidades en Araba y Gipuzkoa. Preocupados por la situación de las personas que, fundamentalmente como consecuencia de consumos y adicciones, cometían delitos y acababan ante la administración de Justicia, se pone en marcha, con subvención del Gobierno vasco, un Servicio de Asistencia al Detenido (SAOS) cuyo objetivo, desde su creación a finales del año 1987 era fundamentalmente, la de facilitar información de carácter personal, familiar y social de la persona imputada a los órganos judiciales de la jurisdicción penal, a fin de facilitar la toma de decisiones. La organización también ha gestionado el Servicio de Asistencia a la Reinserción (SAER), creado en 1991, prestando colaboración a los órganos judiciales penales encargados de la ejecución de las penas. Ese mismo año, el 1991, se pone en marcha también el Servicio de Atención a la Víctima del delito, pionero en el Estado Español.
En todo este proceso de inicio, consolidación y desarrollo de la entidad, es clave el trabajo y esfuerzo de personas como Jose Luis Vadillo Iturrioz, quien con una visión clara y un sentido de la responsabilidad extraordinario, hacen que la entidad se posicione como una referencia y se consolide con el respeto de las personas profesionales y del resto de entidades del tercer sector.
En el Año 2003, el Gobierno Vasco encarga al IRSE-EBI la puesta en marcha del Centro Educativo Ibaiondo de Zumárraga, en un momento aún convulso por las circunstancias sociales que se vivían en el País Vaso, y durante dos años se puso a prueba esas capacidades de trabajo y responsabilidad profesional ante las personas usuarias, que se ha convertido en una de nuestras señas de identidad.
Desde aquellos años, la entidad ha ido consolidándose y fortaleciéndose, diversificando su trabajo en varias líneas fundamentales.
Una primera línea que comprende la gestión de proyectos y programas de cooperación y auxilio a la administración de justicia, y dependientes del departamento de justicia del gobierno vasco, en la que podemos incluir al Servicio Vasco de Gestión de Penas (SVGP), el Servicio Atención a la Víctima de delitos (SAV), el Programa piloto de acompañamiento jurídico-terapéutico en el ámbito judicial a víctimas de violencia de género (Zurekin) y Servicio de Justicia Restaurativa (SJR)
Una segunda línea de trabajo que se centra en la gestión de proyectos y programas de intervención socioeducativa dependientes de las áreas de acción social del Ayto de Bilbao y de Arrigorriaga, y que comprende los Equipos de Intervención educativa de Otxarkoaga, de Zorroza y del propio municipio de Arrigorriaga.
Una tercera línea de trabajo basada en la gestión de proyectos y programas de protección de personas menores de edad. Recursos de acogimiento residencial, tanto especializados como básicos que se inscriben y dependen de la Sección de Acogimiento Residencial de la Dirección General de protección a la Infancia y a la Inclusión Social del Dpto. de Políticas Sociales de Diputación Foral de Gipuzkoa.
Otra línea de trabajo se encarga de la gestión de programas para el cumplimiento de medidas judiciales impuestas a personas menores y jóvenes en la CAPV dependientes del dpto. de justicia del gob vasco, donde se encuentra el Centro Educativo Txema Finez en Aramaio, Araba y unas unidades convivenciales en Donostia/San Sebastián y en Vitoria-Gasteiz.
Y por último, la línea de programas para la inclusión de personas jóvenes en Bizkaia, que depende del Dpto. de Empleo Inclusión e Igualdad de la DFB, donde se incardina el Programa diurno de Centro de día para personas jóvenes en situación de exclusión Social, BEINKE, Centro de acogimiento residencial BEINKETXE, y Unidad Convivencial BASARRATE, en Bilbao, Bizkaia.
Actualmente ¿en qué proyectos estáis metidxs?
Actualmente por una parte, estamos en un proceso de consolidación y mejora de la estructura de la Entidad. Un proceso de mejora de la gestión. Han sido muchos los cambios y los retos asumidos por la Asociación en un corto espacio de tiempo y después de un proceso de reflexión estamos afianzando las líneas estratégicas, los objetivos y las líneas de acción. Ha sido un proceso en el que incluso hemos tenido que cambiar la denominación de la entidad para adaptarla al propio ámbito geográfico en el que trabajamos, pasando de ser una entidad centrada en el territorio de Bizkaia, al de Euskadi.
¿Y a futuro? ¿Qué visión de trabajo y desarrollo tenéis?
IRSE-EBI Euskadi es una entidad sin ánimo de lucro, declarada de interés social, que desarrolla, gestiona e implementa servicios de responsabilidad pública en contextos sociosanitarios, psicológicos y jurídicos, y servicios de asistencia, tratamiento e inserción social a personas en situación de vulnerabilidad, desprotección o exclusión social y a sus familias.
Seguimos centrados en la consolidación de nuestro modelo de intervención y en que nuestra metodología de trabajo pueda ser contrastada científicamente y en condiciones de poder ser sometida a una profunda y rigurosa evaluación. Utilizamos una metodología y un modelo propio, basado en la calidad, la intervención integral y la intervención en red, desde una perspectiva de justicia restaurativa.
Y por esto mismo, en estos momentos, para nosotros es muy importante la noticia de la trasferencia de la competencia penitenciaria. Estamos colaborando muy estrechamente con todas aquellas entidades del tercer sector que tienen mucho y bueno que decir y nos gustaría poder aportar y colaborar en este reto tan interesante al que nos enfrentamos, como sociedad y como entidades que trabajamos con personas en procesos de sufrimiento y dolor.
¿Cómo estáis viviendo en IRSE EBI esta pandemia y sus consecuencias?
El Estado de Alarma, y el confinamiento domiciliario que lo acompañaba, situó a toda la sociedad, y también a los recursos y servicios que gestionamos, ante una realidad absolutamente desconocida hasta ese momento: la imposibilidad de desarrollar actividades en el exterior, más allá de las recogidas como indispensables en el mismo. En principio se estableció durante 15 días, pero la realidad de los contagios y de la urgencia sanitaria lo prolongó. Parecía que este confinamiento podía tener efectos muy negativos dada la población usuaria de algunos de nuestros recursos, niños/as y adolescentes en situación de vulnerabilidad por diferentes situaciones de desamparo y desprotección.
Pronto nos dimos cuenta de que, a pesar de lo novedoso y limitador de esta nueva realidad, sus efectos podían variar dependiendo de muchos factores, desde las condiciones de habitabilidad de los recursos, el grado de armonía en las relaciones laborales etc.
Al igual que en el resto del País Vasco, y en lo que se refiere a la dotación humana y profesional de muchos de nuestros recursos y servicios, estos recursos disponen de una ratio de profesionales adecuada a la diferente tipología de estos. Los equipos de trabajo están compuestos por profesionales de las diversas titulaciones de las Ciencias Humanas y de la Educación, lo que les confiere unas características de interdisciplinaridad y de combinación de capacidades que a la postre se han demostrado muy útiles y eficaces.
Así mismo, la situación de pandemia por la Covid-19 se encontró con un sistema de entidades y recursos muy fuerte, entendida esta fortaleza como coherencia y cohesión.
Tras este año largo conviviendo con la pandemia y sus consecuencias, al tiempo que enfrentando los retos y desafíos a los que ha sometido al sistema social, y a cuantos desempeñamos nuestra labor en él, en nuestra experiencia como entidad y como grupo de personas, hay reflexiones y aprendizajes que se señalan como muy relevantes y que sirven, no sólo para la actual situación de pandemia, sino para el desempeño profesional con la población que atendemos. Creo que hemos sido capaces de dar respuestas eficaces y eficientes ante situaciones novedosas que hemos tenido que atender.
La pandemia ha propiciado un terreno de experimentación muy valioso a este respecto, pues ha hecho posibles formas de actuar y tiempos de respuesta impensables anteriormente.
¿Qué pensáis que aporta GIZARDATZ a una organización como IRSE EBI?
Creemos que Gizardatz nos puede aportar un espacio de contraste y debate sobre las circunstancias comunes que nos afectan a casi todas las entidades de este sector, en el que podemos enriquecernos mutuamente con las experiencias y los conocimientos propios. Después de muchos años centrados en nuestra propia entidad, creemos que estamos en buenas condiciones para aportar e intercambiar conocimiento y saber hacer.
Compartimos los objetivos de Gizardatz en un desempeño de nuestro trabajo, en el desarrollo profesional y en la mejora de los procesos de gestión. Creemos que es un buen espacio de conocimiento y de compartir cuestiones comunes o debatir diferencias desde un plano constructivo.